Presentamos a una de nuestras embajadoras, Vicki, una chica inteligente, valiente, y madura. Está estudiando Global Responsibility & Leadership (un programa de Liberal Arts & Sciences) en University College Fryslân. La conocí en Leeuwarden en verano de 2024 y ha redactado este blog desde indonesia donde está haciendo un intercambio.
Mi experiencia personal
Me llamo Vicki, con i latina :). Nací y crecí en Madrid, pero tuve la suerte de irme a Irlanda durante la ESO, donde viví con unos amigos que me acogieron en su casa. Al volver, decidí hacer el Bachillerato Internacional (BI) mientras terminaba también el Bachillerato Español. Después de haber vivido fuera, tenía claro que quería estudiar en el extranjero, y el BI me pareció la mejor opción para facilitar el proceso.
Mientras buscaba carreras universitarias que me llamaran la atención, me encontré varias veces con el término Artes Liberales y Ciencias (Liberal Arts & Sciences). Nunca había oído hablar de eso, y cuando empecé a investigar, me encontré con descripciones como “Escoge tu propio programa interdisciplinario combinando asignaturas de ciencias naturales, sociales y humanidades”.
Comparado con el sistema universitario español donde las carreras son súper específicas, esto sonaba a locura. ¿Cómo voy a tener un título si no estudio algo concreto? Así que en un principio descarté todas las opciones de Artes Liberales.
Pero luego descubrí el grado universitario en Responsabilidad y Liderazgo Global, que resultó ser una carrera de Artes Liberales y Ciencias, sólo que con un enfoque más específico. Aún con dudas, me decidí por esta opción, porque el nombre me sonaba perfecto y tenía pinta de ser súper interesante.
Hasta ahora, puedo decir que fue una elección increíble. Y ahora que ya sabes sobre mí, te voy a explicar cómo funciona mi programa de Artes Liberales y Ciencias y por qué creo que es una opción genial si aún no tienes claro qué quieres estudiar o si ninguna de las carreras más tradicionales te llama.
Aprendizaje Multidisciplinario
Lo que distingue verdaderamente a las carreras de Artes Liberales y Ciencias es la flexibilidad que ofrece. En vez de tener que ceñirme a un plan de estudios rígido, tengo la libertad de diseñar un programa que realmente me interese escogiendo asignaturas de distintas áreas y conectar conceptos que, en un principio, parecen no tener relación. Esto significa que en lugar de quedarme en un solo campo de estudio puedo explorar una variedad de disciplinas. En mi caso, he podido combinar asignaturas de ciencias políticas, economía, psicología, transición energética, ecología y salud global. Todas las asignaturas tienen un enfoque hacia la responsabilidad global, y al combinarlas entre sí se entienden los problemas de cada área desde diferentes ángulos, algo que difícilmente podría hacer en un programa más tradicional.
Un ejemplo concreto en mi carrera es la manera en que una asignatura de política se combina con otra de ecología. En el primer curso tuve una clase de política donde analizamos el impacto del cambio climático en comunidades indígenas y cómo los gobiernos adaptan sus políticas en respecto a este tema. Al mismo tiempo, tenía una clase de ecología donde estudiábamos las causas científicas del cambio climático. Al combinar ambas perspectivas, no solo entendí las causas y consecuencias del problema, sino que también empecé a ver cómo las soluciones deben ser locales y culturalmente adecuadas.
Otro ejemplo es como dos ciencias se juntan en una misma asignatura. De nuevo con el ejemplo de política y ecología, en el segundo curso cursé Gobernanza Climática Global, combinando así perspectivas de las dos áreas para afrontar el problema del cambio climático después de haber entendido las bases en las clases de primero.
Para resolver la duda que tenía al principio sobre cómo puede ser un grado universitario si no estoy estudiando nada concreto, la solución es bien sencilla. Dentro de la infinidad de combinaciones de asignaturas posibles, todos los estudiantes deben escoger una especialidad o major del que deberán seguir todas las asignaturas. Por ejemplo, en mi carrera hay tres majors: Politica, Filosofia y Economia; Ecologia, Energia y Clima, y Psicología y Salud global. Yo escogí el primero. Esto quiere decir que debo cursar todas las asignaturas ofrecidas de ese major, especializándome así en esas áreas pero a la vez puedo cursar las optativas que más me interesen de los otros majors. En cualquier otra carrera de Artes Liberales y Ciencias que no tenga un título específico como la mía, las opciones serían más amplias, como ciencias naturales o robótica, ciencias sociales y humanidades.
Responsabilidad y Liderazgo Global
Mi carrera tiene el eslogan “Desafíos globales, soluciones locales” (Global Challenges, Local Solutions). Una vez dentro del programa entendí lo que significa enfrentarse a desafíos globales de manera local. La idea de mi carrera se basa en que, aunque muchos de los problemas a los que nos enfrentamos son globales, las soluciones suelen estar arraigadas en las comunidades locales. Por eso, nuestro enfoque es multidisciplinario y flexible.
El reto consiste en ver cómo podemos aplicar conocimientos adquiridos en el aula para abordar cuestiones como la desigualdad global, el colonialismo y el eurocentrismo, temas que a menudo pasan desapercibidos en muchas universidades.
Desde el principio nuestros profesores, cada uno con un trasfondo académico y cultural distinto, nos enseñan a cuestionar ideas que solemos dar por sentadas. En un mundo globalizado, problemas como la desigualdad no solo se deben percibir como un problema de países del sur global, sino que también afectan a nuestras propias sociedades en occidente. En mi carrera, se estudia en profundidad cómo las estructuras de poder global están diseñadas de manera que perpetúan la desigualdad, tanto entre países como dentro de ellos.
A través de asignaturas como «Injusticia Global» o «Introducción a teorías descolonizadoras», he aprendido a cuestionar cómo se generan y mantienen estas diferencias, y lo que es más importante, cómo podemos combatirlas.
Así, mi carrera fomenta el pensamiento crítico, animándonos a desafiar las nociones tradicionales y a buscar soluciones innovadoras. Aquí no nos limitamos a aprender datos y teorías, sino que desarrollamos habilidades para analizar problemas complejos y encontrar soluciones viables.
El programa me ha ayudado a darme cuenta de que no basta con tener buenas intenciones. También debemos ser conscientes de cómo nuestras acciones, incluso en la vida cotidiana, pueden tener repercusiones a nivel global. Este enfoque me ha hecho sentirme más responsable y comprometida con el cambio social.
En una de mis clases hicimos un análisis de las políticas de ayuda internacional. Es bastante impactante darse cuenta de que muchas veces, las ayudas diseñadas desde una perspectiva occidental pueden hacer más daño que bien a las comunidades a las que se intenta ayudar. A menudo, imponemos nuestras ideas de lo que creemos que es mejor para los demás sin tener en cuenta factores culturales, perpetuando así desigualdades sin darnos cuenta. Esto me llevó a reflexionar profundamente sobre el papel que occidente, y nosotros como estudiantes europeos, jugamos en la perpetuación de ciertas dinámicas de poder. Además, la gente a mi alrededor empieza a cuestionarse cosas similares, y es un placer poder mantener conversaciones con compañeros y profesores sobre cómo podemos conseguir de manera realista, hacer del mundo un lugar mejor.
Otro ejemplo claro de esto es cómo abordamos el tema de la descolonización. Antes de empezar mi carrera, no me había dado cuenta del impacto profundo que tiene el colonialismo en nuestra forma de entender el mundo, especialmente desde una perspectiva europea. Casi ni sabía lo que quería decir esa palabra. Al estudiar estos temas en profundidad, he llegado a ver cómo la educación y las estructuras de poder que damos por sentadas han sido moldeadas por siglos y siglos de colonialismo. Este despertar ha sido clave para desarrollar una perspectiva más inclusiva y empática al abordar los problemas globales de los que vengo hablando.
Por ejemplo, todas mis asignaturas incluyen estudios, perspectivas y libros o artículos de pensadores e investigadores no occidentales, complementando así diferentes perspectivas sobre los mismos temas. La diversidad de opiniones y el enfoque interdisciplinario me ha permitido conectar las ciencias sociales con las humanidades y las ciencias naturales para tener una visión más holística y comprensiva de los problemas globales.
Para terminar de hablar sobre mi grado, un punto clave es el desarrollo de habilidades de liderazgo. El mundo necesita líderes que entiendan estos desafíos globales y que sean capaces de actuar de manera ética y responsable. En mi programa, se nos enseña no sólo a analizar los problemas, sino también a tomar la iniciativa para solucionarlos.
Esto se traduce en miles de oportunidades para participar en proyectos comunitarios, ONGs y empresas locales e internacionales en las que podemos aplicar lo que aprendemos en clase a problemas reales. Cómo hacemos esto lo dejo para contároslo más adelante, creo que hoy tenéis suficiente “food for thought” o algo en lo que pensar :).
El privilegio de estudiar en Europa
Por último, no puedo ignorar el privilegio que supone estudiar en una universidad europea. Os he hablado de los problemas del mundo y de las injusticias globales, pero no siempre somos conscientes de nuestra propia posición de privilegio. La posibilidad de construir mi propio currículum y de tener acceso a recursos educativos de primera clase no es algo que todos los estudiantes del mundo tengan.
Esto me ha hecho pensar sobre mi responsabilidad como estudiante y futura profesional. ¿Cómo puedo utilizar este privilegio para generar un cambio positivo en el mundo? ¿Cómo puedo asegurarme de que no solo estoy aprendiendo, sino también actuando de manera responsable y ética frente a las desigualdades?
De momento, sé que puedo hacerlo compartiendo mi experiencia con vosotros y animándoos a cuestionar lo que os rodea. Hay mucho más ocurriendo a nuestro alrededor de lo que pensamos, y las posibilidades de convertirnos en mejores personas y ayudar a los demás son infinitas.
En resumen, el programa de Responsabilidad y Liderazgo Global no solo me ha dado las herramientas académicas para entender el mundo desde múltiples perspectivas, sino que también me ha desafiado a ser consciente de mi posición en él. Estudiar Artes Liberales y Ciencias ha sido una oportunidad para romper con los moldes tradicionales de la educación y explorar nuevos caminos que me preparan para enfrentar los desafíos del siglo XXI.
Mi recomendación para cualquier estudiante que esté considerando estudiar en el extranjero es que se atreva a romper con las expectativas, que se atreva a pensar de manera global y que esté dispuesto a enfrentarse a los desafíos y oportunidades que este tipo de educación ofrece.
En mi siguiente entrada te hablaré de las oportunidades de proyectos que he mencionado antes, el tipo de clases y la forma de aprender en Artes Liberales y Ciencias, de las posibilidad de irse de intercambio a cualquier parte del mundo, de las opciones que hay para mejorar la vida de estudiante como las asociaciones de estudiantes y de mi experiencia trabajando para mi facultad. ¡Nos vemos!