Joe McMahon
Como ciudadano estadounidense y profesor universitario, me pregunta mucha gente sobre la posibilidad de mandar a sus hijos a estudiar en USA. La siguiente pregunta siempre es, “¿y por qué es tan caro”? Mis amigos estadounidenses llevan ahorrando desde que nacieron sus hijos para poder mandarles a universidades cuando tengan 18 años, calculando un mínimo de unos 25 mil dólares al año para universidades dentro del estado donde residen, y si no, es bastante más. Algunos amigos míos tenían que seguir pagando hasta hace poco unos préstamos académicos que pidieron cuando entraron en la universidad hace más de 30 años.
Ahora que mis hijos se acercan a la edad de estudiar en la universidad he estado buscando maneras de mandarles a Estados unidos, mi país natal, pero sin quedarme en bancarrota en el intento, porque los sueldos de aquí no son comparables a los del otro lado del charco.
Lo que tengo claro es que no es necesario enviarles a Harvard o Yale. Estuve muchos años vinculado al programa Erasmus en la universidad donde trabajo y yo mismo vine a España con 20 años para estudiar en un programa de intercambio y sé muy bien lo que la experiencia de estudiar en el extranjero aporta a una persona joven. Mi hijo mayor tuvo la oportunidad de estudiar un semestre en un instituto de Ohio en el 2019 y volvió más responsable, serio y maduro.
Para muchos jóvenes es la primera vez que tienen que cuidarse solos, despertarse solos y encargarse de la compra, la limpieza y otras tareas diarias que solemos hacer por ellos los padres.
¿Por qué queremos mandar a nuestros hijos a estudiar en el extranjero?
Creo que los padres tenemos que hacernos esta pregunta. En mi opinión, la respuesta es sencilla: es sobre todo para que se hagan independientes y maduren.
Estudiar en el extranjero es una experiencia única que te cambia la vida y te abre la mente a culturas, experiencias y personas nuevas. Van a aprender a ser ingenieros, enfermeros, profesores, etc. igual de bien en una universidad cara de la costa este o en una menos conocida en la América profunda.
Para la mayoría de los estudiantes españoles estudiar en una universidad como Yale o Harvard no es una opción debido a la exigencia de notas que piden y por las matrículas que hay que pagar.
Aquí en Europa se conocen sobre todo las universidades de cuatro años, pero existen alternativas y una de las más conocidas y populares en USA son las “Community Colleges” o universidades de dos años.
A pesar de no ser muy conocidas en España, son una opción muy buena tanto por su facilidad de acceso como por sus tasas más económicas. Existen casi mil universidades de dos años en USA y son muy populares para estudiantes que buscan una alternativa a las universidades de cuatro años. La más grande de USA, con más de 100,000 estudiantes es la de Miami Dade que se conoce en España porque trabajó allí la exministra Carme Chacón.
Empezaron sus estudios en universidades de dos años personas muy conocidas como Steve Jobs, George Lucas, Halle Berry y Tom Hanks. A mi no me sorprende ya que es una opción muy buena para muchos jóvenes, sobre todo los que no tienen muy claro lo que quieren estudiar en el futuro. Es una manera de probar diferentes alternativas y luego centrarse en algo más específico.
Ventajas de los Community Colleges
Son más económicos
Las universidades de dos años son instituciones de estudios superiores que ofrecen formación universitaria para estudiantes de diferencias procedencias y con una gran variedad de objetivos distintos. Los grados/diplomas Associate (Associate degrees) son de dos años y sirven para relanzar carreras profesionales, especializarse en un tema académico específico y para algunos son un trampolín para luego estudiar en universidades tradicionales de cuatro años.
Las ventajas son muchas porque las tasas son la mitad de precio que las universidades estatales de cuatro años y una fracción de lo que cuesta estudiar en una universidad privada. Las tasas para Diablo Valley College cerca de San Francisco, California son unos $8,500 para estudiantes internacionales mientas que para estudiar en UCLA, una universidad estatal en Los Ángeles, las tasas superan los $45 mil. Por supuesto que luego hay que añadir los gastos de alojamiento y manutención, pero se puede ver que sólo en las tasas hay una gran diferencia.
Tienen más fácil acceso
Pero las tasas son la única ventaja al elegir una universidad de dos años. Para la mayoría de estas instituciones se puede acceder con un nivel B2 de inglés, ya que existe apoyo específico para estudiantes internacionales.
Los requisitos académicos son más flexibles también y sólo se necesita el expediente académico del instituto en España y algo más de información que tienen que aportar el estudiante y su familia.
Calidad y variedad
Para los jóvenes que no tienen muy claro qué quieren estudiar las universidades de dos años son idóneas porque ofrecen una variedad de asignaturas generales, por cierto, muy parecidas a las que se estudian en las universidades de cuatro años.
Entonces, volvemos a la pregunta de antes, ¿Por qué pagar más por lo mismo? La calidad de enseñanza, de las instalaciones y del asesoramiento es comparable en todos los aspectos a las universidades tradicionales.
Suele existir también una gran variedad de itinerarios, asignaturas y grados que se pueden estudiar para ir probando si el estudiante no tiene claro lo que quiere estudiar más adelante. Se puede estudiar grados relacionados con la salud, comunicación, educación, empresariales y muchos más para así dejar a los estudiantes descubrir su propia ruta a una carrera profesional.
Transferir créditos a una universidad de cuatro años
Como se ha mencionado arriba, los associate degrees, que son carreras que se pueden completar en dos años, son para muchos un paso hacía las universidades de cuatro años. Es decir, con el asesoramiento de los tutores se puede hacer un plan desde el primer momento para acumular créditos que luego se transfieren a otras universidades para seguir estudiando.
La ventaja es que hay dos años para poder averiguar en qué se quiere especializar el estudiante, mientras que va probando que tiene capacidad para sacar buenas notas y va perfeccionando su inglés.
Por ejemplo, en Diablo Valley College planifican con el estudiante una ruta para llegar a estudiar a los dos años en universidades de renombre en California, como por ejemplo en la Universidad de California Davis, la UC Irvine, UC Santa Barbara y muchas más. Este programa se llama TAG (Transfer Admission Guarantee) y tiene el único objetivo de dirigir el camino del estudiante a estudiar luego en una de las diez universidades con quienes tienen un convenio que aceptan la totalidad de los créditos obtenidos.
Transferir créditos es cada vez más fácil, pero como indica Mark D’Amico, profesor asociado de educación superior en la Universidad de Carolina del Norte. “Hay que entender cómo se transferirán los créditos en grados específicos”. Añade, “Las universidades de dos años están cambiándo constantemente, creando programas que se adapten a las necesidades del mercado, para así ayudar a gente conseguir competencias para los trabajos disponibles ahora”.
Efectivamente, tal y como indica D’Amico, otra ventaja de las universidades de dos años es que son más flexibles y se pueden adaptar con más agilidad a los cambios que se producen en el mercado laboral. Las universidades tradicionales suelen tardar más en adaptar sus planes de estudios a la realidad del mercado.
Atención personalizada
Como muchas universidades privadas en España, las universidades de dos años ofrecen tutorización y asesoramiento por parte de técnicos académicos, pero también a través de departamentos internacionales que se esfuerzan en hacer la que la experiencia sea aprovechada al máximo por el estudiante. Ese acompañamiento empieza desde que se hace la inscripción hasta completar los créditos necesarios para dar el paso a una universidad de cuatro años.
Una de las grandes ventajas de las universidades de dos años es que el estudiante es más que un número. Las clases son reducidas y los profesores conocen bien a los alumnos para poder guiarles y acompañarlos durante su estancia. Los profesores se esfuerzan en conocer a los estudiantes y, de esa manera, pueden indicarles lo que tienen que hacer para aprobar las asignaturas con buenas notas, algo muy importante a la hora de transferir créditos a universidad de cuatro años.
Diversidad y Flexibilidad
Es importante destacar la diversidad del alumnado en las clases, teniendo en cuenta que hay estudiantes de diferentes países, edades y los hay con objetivos diferentes también.
No todo el mundo quiere pasar a una universidad de cuatro años más tarde. Muchos estudian en las universidades de dos años para repasar diferentes materias, hacer un curso especializado para avanzar en sus trabajos o simplemente conocer las nuevas técnicas relacionadas con un trabajo específico que quieren conseguir.
Por lo tanto, hay mucha flexibilidad a la hora de elegir asignaturas en lo que se refiere a contenidos y horarios. Como en todas las universidades en USA, las asignaturas no se ofrecen sólo en un semestre o en otro. Se puede matricular en la misma asignatura de Historia o Matemáticas en el primer semestre, segundo semestre y/o en verano. Si le coincide con otra asignatura o con un trabajo o entrenamientos, seguramente hay otro horario que se adapta mejor a las necesidades del estudiante.
Otro tema fundamental es el ambiente en el campus y la experiencia autentica de vivir la cultura estadounidense. Estas universidades de dos años tienen equipos de fútbol, béisbol, baloncesto, futbol americano, etc. Dan becas a deportistas que se destacan en estos deportes y muchos más, lo cual es una oportunidad para algunos a practicar un deporte en que se destacan y a otros a apoyar a esos equipos que representan la institución.
Alojamiento
A pesar de que la mayoría de los estudiantes de las universidades de dos años viven cerca, como indica el propio nombre, muchas universidades de dos años tienen residencias dentro del campus para poder ofrecer la experiencia universitaria a los estudiantes que desean vivirla al máximo.
Existen otras alternativas, como por ejemplo: pisos, estancias con familias, casas compartidas, etc. Se puede elegir la opción mejor para cada uno dependiendo de muchos factores importantes como el coste, la distancia del campus, los horarios de clases, el trabajo, etc.
En resumen: Las cinco ventajas de las Community Colleges
Tasas mucho más económicas, una cuarta parte de la matricula en algunas universidades tradicionales.
Facilidad de acceso, sin necesidad de hacer exámenes de acceso, ni presentar resultados de la EBAU. También el nivel del de inglés necesario para entrar una universidad de dos años no suele ser superior al B2.
Transferir créditos a universidades tradicionales de cuatro años es fácil y existen rutas predeterminadas desde el primer día para lograr ese objetivo.
Atención personalizada. Tutores, profesores y administrativos están a la disposición del estudiante desde el momento que hace la inscripción para ayudar con requisitos administrativos y para guiarle en su camino para acceder a una universidad de cuatro años.
Diversidad de alojamientos. Existen diferentes opciones de alojamiento para cada estudiante y cada situación. Desde residencias dentro del campus a pisos cerca de la universidad hay opciones para todos.